martes, 16 de marzo de 2004

Llevo varios días buscándome en vano

Llevo varios días buscándome en vano. Siento que no estoy, que no sé por qué ni dónde ni cómo ni por qué. A veces pienso que despertaré y me encontraré y ya no estaré. Entonces no necesitaré saber dónde ni cómo ni por qué.



Mientras tanto miro a los que me rodean como si nunca los hubiera visto, como si nunca los fuera a volver a ver. Mientras tanto nada necesita una respuesta y nada lo es. Mientras tanto oigo cantar a las ranas a 10 metros de mi terraza anunciando la llegada de la primavera y mis lágrimas se mezclan con la sopa que me como sin ganas y miro la tele sin verla. Mientras tanto me levanto por las mañanas y me abrazo a un cuerpo, a un alma para sentir que estoy aquí y no en aquel vagón que explotó en mil pedazos la otra mañana. Mientras tanto me desvelo a media noche y apago la pesadilla por un momento, me levanto, meo y siento que no estoy soñando, y vuelvo a la cama rogando por no volver a soñar.



Si no despierto nunca es que sigo aquí. No me preguntéis ni dónde, ni cómo ni porqué. Yo tampoco lo sé. Ni yo, ni nadie. Y qué.